Sin perdón

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No, no hablo del gran Western protagonizado por Clint Eastwood y Gene Hackman. Hablo de los Pistons de 1989, aquellos Pistons que parecían haber alcanzado su máxima plenitud. Pero en aquella hermandad de personalidades que formaban los «BadBoys», había una que no terminaba de encajar.

Adrian Dantley llegó a Detroit tras caer en primera ronda los Pistons ante Atlanta en el 86. McCloskey, pensó que el equipo además de defensa necesitaba anotación al poste y por hizo llegar desde Utah a Adrian Dantley, uno de los mejores anotadores de la liga con esa virtud, con esa rara virtud podríamos decir. Detroit y  Dantley crecieron de la mano hasta el subcampeonato de 1988, en cuyos Playoffs, Dantley jugó a gran nivel.

Pero para el año siguiente algo oscuro crecía dentro de los Pistons. Dantley no sentía reconocida su labor y su distanciamiento con el núcleo duro formado por Daly, Thomas y Laimbeer fue un hecho. Dantley no soportaba sus banquillazos en el último en favor de un emergente Rodman, a quién para colmo Daly le arrojaba en los entrenos con cada vez mayor frecuencia. La cosa llegó a un punto donde Daly y Dantley dejaron de hablarse. Después de siete victorias consecutivas y bajo la coartada de que Cleveland seguía por delante, se cortó por lo sano enviando a Dantley a Dallas a cambio de Mark Aguirre, intimo amigo de un Isiah Thomas que fue catalogado como responsable del Trade. Declaraciones como esta del 11 de Detroit así lo hacían intuir.: «Ya sabéis lo mucho que Dantley quiere el balón. Pero coño, no voy a dárselo todo el rato».

Dantley ponía la puntilla: «Es el equipo de Isiah. ÉL manda. Ese tipo es su colega y quiere jugar con él. Si Daly tiene que tomar una decisión, ¿de qué lado crees que se pondrá? Esto no tiene nada que ver con el baloncesto.

En mi opinión creo que el trade estaba justificado. Dantley había alcanzado su cenit, Rodman crecía deprisa, Aguirre más joven estaba disponible, y con Dantley corrían el riesgo de que explotase todo en el peor momento,. Los resultados les dieron la razón y los Pistons fueron campeones dos años seguidos, siendo a la historia, algo más que un equipo.

Con motivo del 25 aniversario de aquel primer anillo, la ESPN,  estrenó el documental «Bad Boys»,  Hubo hueco por supuesto para el «Caso Dantley». Pero fue en los días posteriores que el asunto iría a más.

Dantley fue entrevistado para una emisora local. Su actitud, igual que en el documental lo decía todo. Ni quiso ver el documental ni tenía la más mínima intención de hacerlo. Fue claro hablando. «Yo sabía que todo aquello era de Isiah. Él  no me gustaba y yo a él tampoco.» Y en la radio Dantley aún se cortó menos. «Si hubiese besado el culo de Isiah no me habrían traspasado».. Hacia él tuvo las palabras más duras. » Es un timador, un tipo que engaña a la gente. Y engañó a mucha». Mark Aguirre sin embargo se aproximaba más a la realidad: » Yo era mejor que él. Punto. Fue un traspaso de jugador por jugador».

De cualquier modo, estremece comprobar , en definitiva, un dolor fosilizado y que un cuarto de siglo después las posturas siguieran tan enquistadas como el primer día. Adrian Dantley no perdonará jamás haber sido borrado de la gloria a sólo unos pasos de su puerta.

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